Cada vez son más las personas que, por motivos laborales o vacacionales, utilizan su propio vehículo para realizar viajes largos, evitando otros medios de transporte. A la hora de realizar muchos kilómetros, si se quiere ahorrar dinero, hay que tener en cuenta una serie de conceptos que ayudarán a reducir los gastos. Asegurar tu coche, vigilar la conducción o planificar bien la ruta son algunas de las reglas de oro del conductor que ahorra.

Realizar viajes largos en coches que estén en buenas condiciones es clave para no derrochar dinero. El buen estado del automóvil puede suponer un consumo inferior de combustible, por eso hay que mantener el vehículo siempre a punto.

Los neumáticos son muy importantes en este aspecto e influyen directamente en el consumo de gasolina, así que se recomienda vigilar a menudo la presión de estos. Se recomienda, además, no sobrecargar en exceso el coche para mantener el estado óptimo de los neumáticos y no aumentar el gasto. En esta línea es también importante estar al día en los cambios de aceite ya que un buen engranaje facilita el funcionamiento del vehículo y permite reducir costes en reparaciones.

Una buena conducción nos ayuda a ahorrar

La manera de conducir influye notablemente en el consumo de gasolina. Se recomienda siempre usar marchas largas e intentar mantener una velocidad constante evitando acelerones o frenazos bruscos. La velocidad puede influir hasta en un 30% en el consumo de combustible y la cifra perfecta para reducir costes es la de 110 km/h.

La climatización del vehículo también es clave en el ahorro de combustible. Cuando se activa el aire acondicionado o la calefacción al máximo se llega a consumir hasta un 25% más de combustible.

Reducir costes en los viajes largos no solo depende de la manera de conducir y del estado del vehículo; hay algunos aspectos que se pueden tener en cuenta antes de emprender el viaje si se planifica adecuadamente. De esta manera, se pueden evitar todos los peajes del trayecto e incluso localizar las gasolineras más baratas que aparecerán en la ruta. Si el viaje es muy largo, el consumo de comida en estaciones de servicio será un gasto extra así que se puede ahorrar bastante dinero haciendo del propio coche una despensa.

La importancia de estar asegurado

Todas estas opciones suponen un ahorro económico, pero no se debe olvidar la seguridad al volante. Ante cualquier percance, es de vital importancia contar con un buen seguro, ajustado a las necesidades del vehículo puesto que aquí se puede economizar mucho. Pero ahorrar en el seguro del coche no significa estar desprotegido. En cualquier viaje pueden surgir problemas y debemos priorizar la protección y la seguridad. Las diferentes coberturas disponibles en un seguro son muy importantes para viajar con tranquilidad. Además de garantizar el amparo, supone un ahorro considerable en el caso de que se produjera algún daño o percance inesperado.

Conocer el tipo de seguro y las prestaciones que ofrece es un pilar básico para los viajes largos. Por eso hay que documentarse muy bien a la hora de asegurar un vehículo y tener en cuenta que un seguro con buenas prestaciones es el mejor aliado del conductor que ahorra.

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